Testimonio: Camila Vega – Ciencias Químicas

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Testimonio de Camila Vega

Hola, mi nombre es Camila Vega, tengo 20 años y soy de Villa Allende.

Desde muy chica me llamaba la atención todo lo relacionado con experimentos, fórmulas y laboratorios. Por eso, cuando llegó el momento de elegir carrera, me decidí por Ciencias Químicas en la UNC. Pero no todo fue entusiasmo: también me llenaba de ansiedad. Sentía que no tenía las bases necesarias, sobre todo en Matemática y Química.

Había temas que me costaban un montón. La estequiometría, por ejemplo, era un mundo aparte para mí, y las ecuaciones con unidades me enredaban siempre. La idea de presentarme a los parciales de ingreso me generaba miedo, porque sabía que no podía improvisar si quería entrar.

Un día, un asesor de Apoyo Total Universitario vino a mi colegio. Me interesó lo que contaron, investigué más, y me anoté al curso anual. No tenía idea en ese momento, pero fue una de las decisiones más acertadas que tomé. Los profes te explicaban todo con claridad y sin vueltas, bajaban los conceptos difíciles a un lenguaje entendible y eso me dio mucha confianza.

Desde el principio, todo estaba súper bien organizado. Teníamos clases teóricas y prácticas, simulacros, material actualizado y hasta una plataforma para seguir online. Si tenía que viajar o no podía ir a clase, seguía desde lo de mis abuelos sin problemas. La flexibilidad me salvó más de una vez.

Los simulacros fueron un punto clave. Repetíamos las condiciones del examen real: tiempo limitado, múltiples temas, presión. Así me fui acostumbrando, y ya no me bloqueaba al ver una consigna complicada. Además, corregíamos en grupo y eso me ayudaba a ver en qué fallaba y cómo mejorar.

También descubrí lo valioso que es estudiar en grupo. Compartir dudas, explicar conceptos y apoyarnos entre todos fue un gran impulso. Me hizo sentir acompañada y menos sola en un proceso tan exigente.

Cuando llegó el examen real, estaba nerviosa, sí, pero mucho más tranquila que meses atrás. Algunas preguntas me sonaban conocidas, y pude aplicar los métodos que habíamos practicado. Lo mejor fue que, incluso en los momentos de ansiedad, recordaba los ejercicios de respiración que nos enseñaron para enfocarme.

Ver mi nombre en la lista de ingresantes fue increíble. Sentí que todo el esfuerzo había valido la pena. Apoyo Total Universitario no solo me preparó en contenidos, sino que me ayudó a creer que podía lograrlo. Si estás con dudas sobre si vas a poder, te aseguro que con el acompañamiento correcto, todo es posible.